EL TRIÁNGULO DRAMÁTICO EN LA EMPRESA

 En Coaching Ejecutivo, Desarrollo profesional, Responsabilidad personal

En todas las organizaciones se establecen relaciones humanas. Estas relaciones entre personas y profesionales determinan la calidad de la comunicación y la eficacia a la hora de tomar decisiones que influyen en los resultados de las organizaciones. El triángulo dramático es un modelo psicológico y social de la interacción humana descrito por primera vez por Stephen Karpman, en el año 1968. Karpman, se especializó en las relaciones humanas e identificó tres roles que afectaban tanto a la vida personal como a la laboral. Estos tres estados son: el Perseguidor, el Salvador y la Víctima. Se trata de unos patrones de pensamiento y conducta que la persona adquiere de forma inconsciente, bien para imponer su voluntad (Perseguidor), bien para ganarse el cariño y el afecto de los demás (Salvador) o bien para protegerse de su vulnerabilidad y sobrevivir dentro de la empresa o fuera de ella (Víctima).

En Coaching Talent, una de las primeras intervenciones que realizamos cuando trabajamos dentro de una empresa es identificar claramente los roles y los patrones de pensamiento y comportamiento con los que a menudo están identificadas las personas que trabajan dentro de un equipo u organización. Para ello es importante detectar los aspectos siguientes:

  • Cómo se comunican entre ellos a través del leguaje verbal y no verbal.
  • Qué roles están desempeñando cada uno de ellos.
  • Qué dificultades encuentran a la hora de trabajar en equipo.
  • Qué conflictos se ponen habitualmente de manifiesto.
  • Qué actitudes tienen frente a los conflictos.

¿PARA QUÉ ES IMPORTANTE IDENTIFICAR LOS ROLES EN LA EMPRESA?

Como decimos, insconscientemente las personas adoptamos comportamientos y actitudes que tiene que ver con estos roles y que se repiten sin darnos cuenta en muchas de las situaciones en las que nos vamos encontrando.

Estos roles han podido ser aprendidos desde nuestra infancia en entornos familiares, escolares o diferentes ámbitos en los que hemos ido creciendo y también por las experiencias y circunstancias que hemos ido viviendo a lo largo de nuestra vida. Por esta razón adoptamos un rol u otro como si se tratase de un «escudo protector» para protegernos ante determinadas circunstancias. Salir de esta espiral nos permitirá ver las situaciones desde otra perspectiva transcendiendo estos roles y empezando a desarrollar otras capacidades y habilidades que nos permitan responder mejor ante determinadas circunstancias o para conseguir lo que necesitamos en cada momento.

LOS ROLES DEL TRIÁNGULO DRAMÁTICO DE KARPMAN

Lo primero que tenemos que hacer es darnos cuenta con qué rol venimos habitualmente funcionando:

PERSEGUIDOR

  • Prioriza sus necesidades frente a las de los demás y suele actuar en interés propio.
  • Le gusta dominar a los demás y llevar la razón. Es inteligente y a menudo utiliza la astucia para hacerse con el control.
  • Tiende a ser bastante prágmático y le cuesta empatizar con los demás.
  • A veces resulta insolente con los demás llegando a herir con sus comportamientos y comentarios.
  • No le tiembla el pulso si para ello tiene que utilizar el «látigo», sacar su rabia y agresividad para imponer sus opiniones y puntos de vista.
  • Suele tener una actitud dominante y a veces hasta agresiva frente a los demás.
  • Piensa que su modo de hacer las cosas es el modo correcto de hacer las cosas. Es frecuente escucharle decir expresiones del tipo: «no entiendo la lógica de la gente».

SALVADOR

  • Suele priorizar las necesidades de los demás a las propias, con el fin de que le quieran o le reconozcan sus esfuerzos. 
  • Está dispuesto a ayudar a los demás con el fin de mantener una dependencia de los demás hacia él o ella.
  • Suele vincular su valía y autoestima a lo que hace por los demás.
  • Tiende a sentirse poco valorado y a veces incomprendido por el comportamiento de los demás hacia él o ella.
  • Hace cosas por los demás incluso cuando nadie se lo ha pedido, entrometiéndose muchas veces en la vida y los asuntos de los demás en un intento de ser visto, apreciado, valorado y querido.
  • Cuando dan y no reciben se sienten frustrados y tienden a victimizarse, con expresiones del tipo: «con lo que yo he hecho por él/ella».
  • Se sienten bien preocupándose y ocupándose de los asuntos de los demás dejando de lado sus propios asuntos y necesidades.

VÍCTIMA

  • Tiende a la queja y al lloriqueo.
  • Adopta una actitud de indefensión y resignación frente a las circunstancias y ante los demás con expresiones el tipo: «Qué le vamos a hacer, así son las cosas».
  • Tiende a la crítica interna pudiendo ser su peor enemigo. Los obstáculos internos son para él o ella mucho mayores que los externos. Se compara con los demás y siempre sale perdiendo. Se hace pequeño el solo/a y suele ver los obstáculos mayores de lo que en realidad son.
  • Tiende a a tener una baja autoestima y se siente inferior a los demás no pudiendo evitar compararse.
  • A menudo se siente incapaz de alcanzar los objetivos que otros alcanzan con aparente facilidad.
  • Suele admirar a los demás por su valía.
  • Tiene tendencia a comportarse de forma autodestructiva y autosabotearse para que las cosas no le salgan bien y obtener unos resultados que justifiquen su rol de víctima. 

Muchas veces saltamos de un rol a otro. Así el Salvador cansado de salvar pasa a perseguir a la víctima o la víctima cansado de ser víctima adoptan el rol de perseguidor para sacar su rabia y malestar por no sentirse entendido o cuando el de en frente le hace de espejo y se reconoce así mismo como víctima. O el perseguidor se da cuenta de su dureza e insolencia y toma el rol de salvador para sentirse mejor consigo mismo. 

En cualquier caso son roles que son interesantes reconocer, no para culpabilizarnos por comportarnos como un Perseguidor, un Salvador o una Víctima sino para hacernos reflexionaar y sobre todo movilizarnos de alguna manera para poder trascender el círculo vicioso del triángulo dramático y poder avanzar en nuestro desarrollo profesional y personal.

EL TRIÁNGULO GANADOR EN LA EMPRESA

El trabajo del Coach profesional consiste, entre otros, en identificar claramente estos roles y hacer ver a la persona que está actuando bajo unos paradigmas que limitan su visión, su actitud y su forma de actuar. En la mayoría de los casos es la propia persona la que al ver la explicación y el funcionamiento del Triángulo Dramático suele sentirse más identificado con un comportamiento y una forma de funcionar que con las otras.

A menudo todos pasamos por alguno o por todos estos roles en diferentes etapas y en diferentes circunstancias y ámbitos, aunque es cierto que normalmente uno de los tres tiene más peso en la mayoría de las situaciones y ambientes en los que nos desenvolvemos en el día a día.

El objetivo está en revertir el Triángulo Dramático en el Triángulo Ganador y de éxito para nosotros mismos y para la empresa. Así la idea es que hagamos más hincapié en aquellos roles, características y patrones ganadores que más necesitamos en función de nuestro rol dramático predominante, así:

El PERSEGUIDOR necesita desarrollar:

  • EMPATÍA: Preocupándose desinteresdamente y genuinamente por los demás, respetando la capacidad y los recursos con los que cada uno cuenta y anteponer si es necesario en alguna ocasión sus necesidades frente a las de los demás.
  • TOLERANCIA: Ser capaz de reconocer que cada persona está en un punto de su vida con diferentes estados de consciencia y circunstancias y hay que respetarlos puesto que su forma de ver las cosas son tan válidas como las nuestras.
  • ASERTIVIDAD: Debe ser capaz de hacer valer sus derechos y necesidades respetando los de las demás, sin dañar, castigar o humillar a otros, ni sentirse mejor o superior a los demás; usando su capacidad conciliadora para resolver conflictos en aras del interés común.

El SALVADOR necesita desarrollar:

  • AUTENTICIDAD: Necesita conocerse y aceptarse para conseguir ser él/ella mismo. Debe priorizarse y tenerse en cuenta mucho más a menudo y no basar su autoestima en lo que hace por los demás o lo que los demás hacen por él/ella. 
  • HONESTIDAD: Debe darse cuenta de que a menudo las cosas que hace por los demás no las hace por los otros, sino por sí mismo. Debe dejar de inmiscuirse en los asuntos de los demás cuando nadie se lo ha pedido y ser honesto cuando ayuda y apoya a otros y hacerlo de forma genuina y desinteresada sin esperar recompensas de ningún tipo. 
  • VALOR: Reconocer la propia valía con o sin los demás. Valorarse y priorizar sus necesidades.

La VÍCTIMA necesita desarrollar:

  • PROACTIVIDAD: Necesita salir de la inactividad y el victismo y pasar a la acción. No debe esperar a que otros le ayuden, debe aprender a ayudarse y apoyarse en sí mismos. Y si busca ayuda, esta debe estar basada en el acompañamiento y empoderamiento para que se valga por sí mismo no para caer en una relación de ayuda de dependencia.
  • RESPONSABILIDAD: Debe reconocer su vulnerabilidad y responsabilizarse de su vida y sus problemas, solucionándolos desde una perspectiva madura con recursos propios o con ayuda de otros pero siempre asumiendo su responsabilidad ante lo que le sucede.
  • EMPODERAMIENTO: Necesita empoderarse, recuperar el control y conectar con su valentía. Esto requerirá identificar y movilizar sus recursos internos para salir victorioso de las dificultades con las que inevitablemente se va a ir encontrando a lo largo del camino.

Los diagnósticos e identificaciones de los roles dentro de la empresa son importantes ya que nos ayudan a esclarecer aquellos obstáculos con los que frecuentemente venimos tropezándonos y nos dan las claves para salir de ellos de un modo mucho más sano, maduro, responsable e inteligente, pudiendo de este modo establecer planes de acción coordinados dentro de los Procesos de Desarrollo Individual (PDI) que eliminen  los juegos de manipulación y distorsión de la realidad que pueden provocar las identificaciones con los roles del Triángulo Dramático de Karpman, mejorando de esta manera nuestros resultados, los de la organización y mejorando considerablemente el ambiente laboral dentro de la empresa.

Si desesas trabajar estos y otros aspectos para avanzar en tu desarrollo profesional y liderazgo dentro de tu organización no dudes en ponerte en contacto con nosotros, estaremos encantados de realizarte la mejor propuesta de valor para ti y para tu negocio a través de un presupuesto personalizado totalmente adaptado a vuestras necesidades actuales.

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